Elizabeth Rolfes

Esta serie de retratos se desarrolla en estudio con un concepto minimalista y elegante. La modelo viste completamente de negro, lo que permite que la atención se centre en la expresión y la postura sin distracciones externas. La sobriedad del vestuario refuerza una estética atemporal.

La composición alterna entre encuadres amplios y primeros planos, mostrando tanto la silueta completa como los detalles faciales. Cada toma está pensada para resaltar la naturalidad de la modelo, transmitiendo fuerza y delicadeza en un mismo espacio visual.

La iluminación juega un papel central, creando un contraste marcado entre luces y sombras. A través de un esquema puntual y direccional, se logra dar volumen al cuerpo y al rostro, generando un efecto dramático sin perder suavidad en la piel.

El resultado es una serie de retratos donde la sencillez se convierte en sofisticación. Cada imagen combina moda, presencia y expresión personal, dando como resultado fotografías limpias, modernas y con un carácter distintivo.